miércoles, diciembre 26, 2018

El Día: El nuevo periodismo

sábado, diciembre 22, 2018

Balance del año y descriptivas perspectivas prescriptivas

Antes de hacer las maletas hay cosas que acometer. Una, recoger mi ordenador pequeño que se estropeó antes de ir a EE.UU. a primeros de octubre. Como no daba tiempo,  hube de comprar otro, de forma que ahora tengo dos ordenadores pequeños y casi gemelos, el que recogeré hoy puede convertirse en tablet, pero yo no necesito para nada una tablet.
Finalizando el año  puedo confirmar realizados los  propósitos y expectativas  que albergué a su comienzo. Ha sido un año fabuloso, de los mejores de mi vida. Que tampoco terminará mal ya que se cambiará de año en Oporto. Llevábamos muchísimos años en que nuestras Nocheviejas seguían marcando topes culinarios, rebosantes de amigos, amén de cosmopolitas literales. Este año Oporto
Recuento del año, que casi se inició en Londres.  Me invitaron a un coloquio internacional en El Aaiún y me pasé casi tres semanas por Marruecos presentado mi entonces último libro por los  departamentos de español de las universidades de Rabat y Casablanca. Conocí gente e hice amigos y en ello sigo y con más perspectivas. Me aparté del segundo coloquio, era en el desierto hace una semana, donde no había visto yo mucho ambiente cuando estuve, y era otra eclosión de la cultura del té. Que es lo que toma la Reina de Inglaterra todas las tardes  en Buckingham Palace, y que implica valores ortopédicos, monótonos, sosos, aburridos, de desdén a la  vida y el cuerpo,  también a la psicología humana que la amortaja, y que yo  ante tamaño ofrecimiento de insuficiencia de elan vital  bergsoniano como  de espíritu, sin leucocitos,  no pienso cambiar. Además, los coloquios como casi todo lo reglado y formal me aburren. Prefiero hacer  un buen artículo para la revista sahariana en la que colaboro, que ponerme hacer una ponencia, que ni sé ni mi interesan esos modelos de investigación de universidad, tan papagayos.
También ya en el orden de agravios, anotar  tres clamorosos y dos en grado de tentativa. Tres veces he sido buscado y contactado para traducir mis  libros al francés y árabe. El primero se vino a las Palmas, cuando hace dos años presentaba un libro, era un señor de Rabat de un ministerio, incluso firmamos un acuerdo de cesión de derechos de edición al francés y árabe. Nada. En la fiesta del final del coloquio internacional de abril pasado  se dirigió a  mí el Decano de la Facultad de letras de la Universidad de Rabat para traducirme. Nada.  También en Rabat  lo hizo el jefe del departamento de español de esa Facultad que  me llegó a pedir las maquetas para más rapidez traductora, las pedí a la editorial, me las dieron y se las mandé: nada.  Lo curioso que siempre vinieron a mí y nunca yo a ellos. Por eso resulta más inexplicable. Ya sé de lo que/quienes no hay que fiarse en absoluto.
Escribí un libro de viajes que contiene reflexiones ensayísticas y fotos, por el Sáhara y Marruecos. Es mi último libro. Igual pronto aparezco en el mundo editorial como editor, me atrae mucho. Está bastante definido el proyecto.  
También entré en el Instituto de Estudios Canarias. Sé de qué va a ser mi lectura de ingreso, es sobre un intelectual canario del que he escrito un libro, uno de los fundadores de esa Institución, que pretendo contextualizar tanto en su momento como con relación las antologías de los años 80 (tan antifranquistas póstumos) que le dejaron fuera.  En esto de dan grandes paradojas.
He escrito artículos para digitales extranjeros, también he escrito  el epílogo del libro de un poeta saharaui, ya publicado. Este año me he incorporado  a la Enciclopedia de la Sociedad de   Estudios Vascos. Viajamos a la inauguración de la casa de mi hijo en Washington a donde llevamos  4 amigos, al  final, más reincorporaciones, salíamos a 10 humanoides


martes, diciembre 18, 2018

El Día: Cataluña: el significante ausente

lunes, diciembre 17, 2018

Cota 600 metros, gran librería, botín aceptable

Estoy leyendo y releyendo cuatro libros de Karl Kraus, este es de sus aforismos. Es bastante  complicado de leer, hace unas frases con retroceso, como un fusil de asalto que cuando  el cañón escupe la bala y a ti te da la culata en el hombro. No hay una sola frase sin retroceso.
Aquí aparece otra de sus frases. No tener una idea y poder expresarla: eso hace el periodista
El único libro que no he empezado. Conocía a la artista, la obra, y cuando en 1979 estuvimos en Berlín, el años anterior a la caída del Muro, una noche en una perpendicular a Kudamm en una gran villa, que llevaba su nombre, había una fiesta en los jardines.
Creo que con NYC es la ciudad donde he visto mejor arte.
Entramos temerosos a la fiesta, bebimos cerveza y no solo nadie nos paró, sino que los alemanes haciendo  gala  de su educación y cortesía nos saludaban en cuanto te cruzabas con ellos,
Eran del mundo artístico o sea la aristocracia del espíritu y ¡oh! la élite de la sensibilidad. Tipos/as de extraordinaria propensión a la imbecilidad, con narcisismo de mandril. 
Es otro autor muy leído por mí, ahora compró todo lo marroquí que encuentro. De estudiante le detuvieron y tuvo que hacer 19 meses de mili apocalíptica. El caso es que ya llevó leídos a tres autores que pasaron por las cárceles de Marruecos. Estos son los marroquíes que más me gustan, que suelen ser muy cosmopolitas.
Una introducción/panfleto de nostálgicos aderezado de melancolía -siempre el mismo y torpe rollo amañado sobre el totalitarismo del Polisario-, sin ningún nexo con el contenido del libro, que son artículos de canarios sobre Río de Oro
La falta de libros sobre el Sáhara, en lugar de encerrarme en el zulo de los amigos españoles del Polisario, en el que repiten y repiten tres ideas encima falsas o medias verdades, me impulsó a subir y bajar del Sáhara. Descubrí Marruecos, pero también Malí, Níger, Mauritania.
Y otra vez por descartes la historia colonial de España en Marruecos, sobre lo que más hay publicado, y  de lo que también compro lo que encuentro.

viernes, diciembre 14, 2018

Apostilla de mi hijo desde Gambia al post de abajo

A propósito de tu filípica sobre el té 
Ayer me invitó a cenar nuestra directora aquí, que es de Uganda, con un grupo de africanos con trayectorias profesionales notables y de edad provecta provenientes de diversas partes del continente, incluidos algunos locales, y como los anfitriones eran Muslim, ni gota de alcohol y té de postre.
Fue una velada tremendamente aburrida y yo siendo el único joven, blanco y foráneo no mostraron el más mínimo interés en mí. Y todo el rato hablando de África, una suerte de eurocentrismo inverso (o quizá es que los africanos pueden ser tan cortos de miras como los europeos). Lo único relevante es que uno de ellos, gambiano además, y que es nuestro consultor, estudió en la Complu y habla perfecto español. De hecho tiene varios socios chichas que están invirtiendo aquí (aunque esto me lo contó por la mañana dado que me invisibilidad vespertina fue total). No sé muy bien cómo esperan hacer dinero porque es un país en el que viven cuatro gatos y no hay petróleo, pero como siempre es una bocanada de aire fresco saber de canarios emprendedores y aventureros. 

jueves, diciembre 13, 2018

Me he rajado del coloquio internacional

Fui invitado a otro coloquio internacional de escritores y académicos en Smara (Sáhara marroquí) -que conocí en el anterior viaje-, situada  en medio del desierto, ahora con pocas horas de luz y mucho  frío y un lugar indiscutiblemente muy aburrido, mientras que en España todo el mundo está en la calle y de fiesta. Rechacé la invitación –empieza mañana-, no había cerveza ni vino y no pensaba  estar a mi edad tomado té tumbado. No gracias. Tampoco me interesaba verdaderamente –estuve en un coloquio internacional en Abril, estar en dos sin ningún currículo que hacer, es algo perfectamente evitable. Pero sí me dio que pensar. Yo no prescindo de mis pequeños placeres que solo me incumben a mí y no afectan a nadie, aun menos a estas alturas plácidamente invernales de mi vida. Hay un principio de libertad que es que  cada quien haga lo que quiera sin invadir esferas ajenas. He conocidos distintos ambientes y gente muy diversa en mi vida, he estado en bastantes “películas” digámoslo así. Me he movido. Es un gran privilegio que he tenido y que sin ser consciente  plenamente de ello lo busqué. Por lo que  en absoluto acampé o construí mi cabaña en un único círculo, espacio, contexto o territorio (para empezar soy un transterrado), como tantos. No ha sido mi caso en absoluto, yo he cambiado mucho hasta de pasiones, incluso ahora de muy  mayor he tenido la inmensa suerte de pegar un giro a mi vida de 180º literales.
De hecho con 15 años hice los célebres ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, inolvidables, como se sabe de los jesuitas. Conocimiento  empírico. Suficiente. Y no se me antoja que puede ser el té mejor que tomar cervezas  con amigos;   tomar té en todo el mundo es tomar té, algo rígido, insulso a más no poder, de una solemnidad barata e impostada, sin la más mínima repercusión psíquica o sensorial: Prefiero  ir de corro en corro en bares bonitos, reírme, dar curso al ingenio y la alegría con gente cachonda e interesante.
No tengo la menor intención de convertir a nadie  a la cerveza, si no lo descubren por sí mismos no se merecen ninguna "revelación". Me parece muy bien el Té, quizá bastante aburrido, ascético, deslavazado, blando y que tal vez esconda cierto odio al cuerpo y  la vida y rechazo a este mundo terrenal. Sin entrar en las imprescindibles experiencias transgresoras de rebasamiento de límites que puede procurar el alcohol. Una experiencia y conocimiento juvenil al menos, inexcusable. He tratado de ser todo lo hedonista que he podido ser o me han dejado.
Y desde luego si se habla de alianza de civilizaciones, un concepto insulso patrocinado además por Zapatero y Erdogan ¡vaya dos!, lo mínimo exigible es que si uno sale al encuentro del Otro  no  puede poner su caparazón al de enfrente para cubrirlo con él. Yo te dejo vivir como te dé la gana, no te impongo nada, y me da absolutamente igual lo que hagas, yo bendigo pocas cosas, no me obligues ni me vetes nada ¡anda! 
Jamás he visto una escena divertida, simpática con el té por medio, pero sí muchas con el whisky, dudo además que se puedan dar.   Se podría hablar tanto de tantos puntos de vista… Mi último libro confiere importancia al tema del alcohol en los países islámicos. Es algo sobre lo que me gustaría conocer, y más en Marruecos donde es tolerado.
Próximamente noticias



martes, diciembre 11, 2018

El Día: Los agudos aullidos mediáticos

domingo, diciembre 09, 2018

De nuevo a la piscina, esta es. Como una ola.

Esta mi actual piscina. Retomo mi actividad natatoria tras más de 8 años de paréntesis. Mi piscina está cubierta y cerca de casa. Con panadería próxima y bajando para casa puedo parar en  el Spar, donde compró vino australiano buenísimo y cervezas  de trigo por puro esnobismo. Me he dado cuenta de que no sé si me gustan. Lo que quiere decir que mucho no.
Me acabo de acordar de mi libro Línea líquida donde relataba  mis peripecias en la anterior piscina en la que  en realidad no pasaba nada, nadie que viniera conmigo hubiera apreciado ninguna o no  las hubiera dado importancia.
Leí hace años una glosa sobre un libro en que se calificaba de humor que alguien se resbalara con la cáscara de un plátano o fuese tan tranquilo y un loro volara hacía él y le birlara el puro que estaba fumando para ponerse a fumar el alado. Alado como Hermes. Nadie se ríe de eso, por lo menos si lo lee escrito.
Mi libro Línea Líquida en cuya portada sale una piscina y sale mucho, lo volví a hojear hace unos años, con pánico como ocurre siempre. Y como siempre el desafío  fue mejor de lo esperado. Vi unos fallos de gilipollas, de hacer concesiones inmediatas, que muy bien me las podría haber ahorrado.
De este libro me han dicho dos personas -con mucho sentido del humor- que se partieron de risa, ataques de risa. Ese si es un libro de humor 
Karl Kraus: "Sobre Hitler no se me ocurre nada"
Heidegger a Jaspers: "Hitler no tendrá cultura, pero te has fijado en sus manos." Como los medios hispanos con Abascal



viernes, diciembre 07, 2018

La revista sahariana Sabbúra. Mi colaboración

                                Revista Sabbúra. Nº 1. Diciembre de 2018



Mi artículo es el primero Cinco libros sobre el Sáhara. Iniciamos una serie de actividades y proyectos, incluidos los editoriales. Todo a su tiempo
 no me permite este espacio meter todo el texto y no se por qué

martes, diciembre 04, 2018

El Día: Begoña Gómez, la consorte activa

martes, noviembre 27, 2018

El Día: ¿Gibraltar? Británica, sin duda

domingo, noviembre 25, 2018

Varias conjuras y libros por leer

Ministro, judío alemán, asesinado si wikipedia no me contradice. Lo he mezclado con Landauer, ni ministro ni asesinado.
La primera conjura pero no la única son las comidas con Rosita y Fer los sábados, ayer estuvimos en El Capricho, de mariscos. El servicio merecedor de pelea de bar, ni libro de reclamaciones, directamente boxing. El producto era bueno, pero ellos eran tan nocivos y malignos…, que lo que acabo de escribir. Cada sábado pagará uno. El plan era comemos y nos vamos a  casa, que es lo que hacemos aunque  tras tomarnos gintonic en el restaurante y en otro establecimiento.
La hija del intelectual y compañero del Che en Bolivia, Regis Debray 
Hoy: Ayer ¿me emborraché? No sé tú, yo sí. Hay más conjuras que solo revelaré cuando estén en marcha. Fer y yo la semana que viene nos ponemos de viaje, pararemos en Cádiz en casa de Rouses y tomaremos pescado y marisco. Hay un sitio fantástico de bonito de la almadraba que me llevó Rouses, no puedo terminar el  viaje sin pasar por Cádiz y Sevilla (peregrinaje: allí conocí a XY).
Al final no voy al coloquio internacional de  Smara en el Sáhara, ni presentaré el libro allí, igual a alguno se le ocurre presentarlo. No voy básicamente porque es desierto, infinitamente aburrido y  encima en diciembre días cortos y congelantes y encima no hay alcohol. No estoy dispuesto al ascetismo ni tener mis momentos  de amigables charlas con cerveza o vino, no me interesa nada el té ni tomarlo tumbado, no gracias. Lo ascético, rígido, lo adverso  al mundo carnal, al hedonismo y los pequeños placeres, la pureza dogmática no es algo mínimamente excitante. Hay que desconfiar de sus adeptos.
Combatiente ante las hordas feministas. Un anuncio de la razón y la ciencia
En algún momento habrá que hablar del diálogo intercultural, de lo que cada uno hace para acercarse al otro, no es actitud propiciatoria esperar cada uno en su pequeña aldea que le rindan tributo, sino que hay que  salir a su encuentro. Y sobre todo hay que dejar de ser víctimas, sino iguales y libres, ya hablaré  sobre ello.
Cuando creo que conozco sobre Tánger, resulta que este autor del que leí una novela -comprada en Los Cristianos- que me gustó mucho pero que no la encuentro, vivió en Tánger muchos años, amigo de Paul Bowles
He tenido la contrapartida de  que voy a  colaborar en una revista  del Sáhara marroquí,  me interesa mucho esa vinculación, es un territorio en el que estoy asentado intelectual y emocionalmente. Ya he escrito mi primera colaboración para el número primero,


martes, noviembre 20, 2018

El Día: Sin ti no soy nada

lunes, noviembre 19, 2018

Una definición de Jacques Lacan

Lo he leído en una entrevista a Fernando Savater. Definición del amor de Jacques Lacan: Dar lo que uno no tiene a alguien que no lo quiere,
He buscado en Internet y pone esto Amar es dar lo que no se tiene a quien no es”.
Savater lo mejora

viernes, noviembre 16, 2018

Deserto a Melilla

El patrimonio modernista de Melilla solo es superado por Barcelona en España. Otro motivo delicioso para visitarla
Razones muy hedonistas y de gran carga  antropológica y cultural me han hecho declinar la invitación al desierto a otro coloquio internacional de carácter literario. Consecuencia: me quedo sin presentar mi libro de arriba en el desierto.
Pretendo traer a debate una cuestión relativa a Marruecos y el islam que enfrenta el hedonismo con el nomos, revuelve la antropología, y congela  la cultura en su sentido profundo e intercultural.
Me ha dado  por plantearme hacer alguna encuesta o un estudio sobre ese tema. Pero todo esto queda para otro día.
Coincidiendo con mis previsiones del coloquio del desierto había previsto viajar a Andalucía, ese viaje lo mantendré pero ampliado a mediados del mes próximo.
En Andalucía es donde yo me encuentro a gusto, que es menos que estar feliz pero a que a mí me sirve, estoy conmigo mismo. Es un estado tan literario como existencial, psicológico, retrospectivo. Todo eso cuando no esté con amigos en dos sitios diferentes de Al Ándalus, que va de mucho más divertido (sigue ocurriendo así) y allí también tengo el Estrecho, Marruecos y los enclaves españoles. Como dice mi hijo soy de enclaves. Me encanta ir a Ceuta. Si uno viaja solo tiene garantizado una relación consigo mismo que no se tiene nunca en otra situación ni con compañía. Es un viaje de intimidad y contacto personal absolutamente con nadie sino contigo. A mí no me gusta estar sin hablar.
 Pero no puedes hacerlo. Por tanto lo que cuenta eres tú. Los enclaves lo favorecen porque uno no deja de ser otro enclave en la sociedad, en el mundo.  Y la Otredad es más radical al ser más variados  y mejor confrontados sus elementos.  Es como si tuvieras tu contorno físico delimitado, geométrico por rotundo, hecho a hachazos de escultor gallego como Beito. Y es una visión además retrospectiva, tu vida no es el presente, sino biográfica, hay unidad en tu vida. El que fuiste  y dejaste de ser, se ve en una situación y lugar que jamás hubiera  imaginado o entonces totalmente contraimaginado. Has tenido un gran viaje de vida. Que aquellos lejanos que quedaron atrás en absoluto lo tuvieron, nunca variarían de ramplonas madrigueras y escuetas colonias. Yo fui del verdor, de brumas, bosques que llegaban al mar y enemigo acérrimo de todo lo que lo negara (la inmensa pobreza ambiental), tuvimos unas ideas políticas y tenía perfecta materialidad la fisonomía del enemigo, que estaba en los enclaves que ahora busco con amor.  Lo que son las cosas, la vida que no se ofreció pero que era posible.    


martes, noviembre 13, 2018

El Día: Las víctimas, hoy, actores estelares

domingo, noviembre 11, 2018

Ayer en el Oliver: los Makaros con mi último libro

Makaros aprieta el acelerador, pero no progresa en sus rutinas. A la anterior  convocatoria solo fueron tres, parte estábamos de viaje, otros en ocupaciones incompatibles.  La anterior convocatoria a esa fue en mayo, cuando se impuso la lectura absurda e inverosímil del Leviatán de Hobbes, un ladrillo de la construcción con un lomo de unos 4 cm. Hace unos años referenciaba los libros que compraba por el grosor total de los lomos de los libros. Medida en estante.
La elección del libro de lectura se basa  en la determinación de algunos de barrer siempre para casa, o bien porque les viene muy bien para sus discursos didácticos y así  vuelven a  emitir sus obligadas  y salmódicas tesis, como si de esa forma todo en el mundo, el mundo en sí, las confirmara, o porque ya  han leído el libro que proponen y así no lo han de leer, porque se lo aprendieron de memoria. Este es el caso de mi hermano que jamás se ha leído un libro propuesto. Para llenarse de razones para no leerlos los denigra y ametralla: son libros de autoayuda, de aeropuerto, kiosko, lecturas de bachiller, resopla.
El libro de ayer era  tan infumable y tan subordinado a confirmar e ilustrar, por derivas oportunistas, el mundo mental del proponente que ni se comenta nada de él, salvo su infamia. Por fin no hablamos del libro  programado.  Siempre tenemos  conversaciones chispeantes, intensas, de vida e intelectuales, pero se las arreglan para terminarlas y pasarnos al libro, la programación, la obligación, sin pensar que sería mucho mejor mantener nuestros debates, discusiones y experiencias.
Cuando llegué al Oliver estaba mi hermano y unos miembros muy destacados de lo que yo di en  llamar burguesía criolla y ganadera (alguien escaso de imaginación me corrigió que ganadera no lo era; pues claro, hombre). Eran todos añosos y repintados. Ellos iban trajeados y uno con todo hecho (hijos, nietos, fortuna)   llevaba chaqueta azul y unos pantalones burdeos oscuros , pañuelo en el bolsillo y emplazaba a Montecarlo o algún club británico al acto. Ellos cenaban  en el comedor en el que es obligado comer con chaqueta y nosotros en el grande. Éramos todo el público.
Yo entré con un polo de manga corta y el jersey sobre un hombro. Según me informó mi hermano, una de las señoras comentó a mi paso,  "pero como viene ese así vestido", por mí. A la mañana  se lo cuento a XY  y me dice: “ibas vestido de ir a la playa”.
Les regalé  a todos mi último libro que lleva fotos, es de viajes (de uno, más bien). Y les dije que no pensaba dedicárselo, que se lo dedicaran ellos a sí mismos y que yo los firmaba. Juan y Ex doctor herris se hicieron dedicatorias de una página entera. Con los guiños habituales. Ex doctor Harris se ha dejado barba, va  de PNN de universidad  y está como más rejuvenecido. Apareció el nacionalista vasco trasterrado, al que le encantó que en la solapa aparezca (yo) con la prenda étnica vasca.
De Makaros se puede asegurar que tiene una ética muy poderosa, en detrimento de una estética. Hay ciertas relaciones con caminos doctrinales trascendentes, de ahí tanta la eticidad. ¿Como lo pruebo? En que todos se compraron y leyeron el libro a pesar de considerarlo infame, abyecto, ominoso. Pues aun  así se lo leyeron y aparecieron algunos con él. Es sorprendente su eticidad, debería conmoverme..
A la infamia del libro propuesto  se unió la de la comida,  con el nuevo concesionario del Oliver  añoras un MCdonalds.  Alguno ya viene cenado, yo repelí la tortilla de patatas.



sábado, noviembre 10, 2018

Agrestemente referenciado

El martes para estar distraído –un intimísimo amigo mío tenía una cita muy crítica con médicos- decidí pasarme por el Instituto de Estudios Canarios a por un artículo sobre un libro mío sacado  en su anuario, que habiendo descubierto hace ya unos meses (es de 2016) que existía, no me motivaba nada conocer su contenido. En ningún momento pensé si sería elogioso, amable  o demoledor. Solo cuando, una vez allí,  lo pedí y acredite ser miembro del Instituto, de repente  sentí curiosidad por  el contenido. Eso antes hubiera sido imposible que me pasase. Mi total desinterés por la crítica de mi libro “El ensayo en la literatura canaria”,  me sorprendió. Estoy tan seguro, que ya con haber sido reseñado y pasar a Dialnet  (el gran registro español de humanidades)  otra vez más, me bastaba.
El autor es un profesor o becario de la universidad con poco google detrás. Tiene un solo esquema que es el académico y científico, con sus pautas y protocolos tasados o condiciones regladas de desarrollo. Geometría de geómetra. Comienza indicando que no acoto el periodo del ensayo, si va de Ptolomeo y Juba II o de anteayer, que desconozco autores y cita un insípido libro de un periodista  sobre la psicología del hombre canario, que  da la casualidad que recién  llegado a la isla lo compré  e incluso leí; otro que desconozco es uno en cuyo título figura la palabra OTAN. Un poco descalabrado todo. En definitiva que es un trabajo  “cargado de parcialidades inexactitudes y lagunas”. A mí no me falta nada, ni una línea, el resultado es como es y solo puede ser como lo he hecho. Así lo han debido de pensar las universidades de Stanford e Illinois, de las que tengo constancia,  tienen el libro.
Parece pensar en un tribunal que va a juzgar su tesis, que en ello andará o habrá andado, porque yo no me sometí a nadie ni a nadie pedí revisión. Ni lo pensé, yo tenía mis ideas, había hecho mi elaboración crítica, confiado plenamente en mis intuiciones y reflexiones, y en el valor de mis proposiciones. Ahora hago recuento: me presentó un catedrático de literatura en la Real Sociedad Económica, me llamó por teléfono para agradecerme su mención  otro catedrático de literatura y notable escritor  y me escribió otro catedrático de literatura, también canario de una importante universidad madrileña y escritor de referencia. Más éxito no se puede tener, teniendo en cuenta el tiempo que había empleado para documentarme una vez surgido el interés por el asunto tratado y mi absoluto intrusismo.  Soy psicológicamente enemigo de investigar, de encontrar alijos de datos y aportar tres no conocidos y esbozar una semitesis coincidente con las grandes corrientes críticas, lugares comunes, ideas recomendadas, sistemas fijados. Para empezar yo no voy a por datos sino a por los discursos, es lo que me interesan y sobre lo que puede y debe versar la crítica, por  las tesis, opiniones y fundamentos que los sustentan.
Todos mis ensayos tienen una cualidad cierta, por muy mal que esté que lo diga, y es que abordan y dicen lo que no se ha dicho, que he puesto la mirada donde nadie lo ha hecho -no se me ocurriría en otro caso escribir nada, es mi único impulso-, y lo hago con el rigor necesario, he de avalar lo que sostengo. Es así, y creo que me sale.
Yo no tengo absolutamente nada que ver con la universidad, lo único que compren y tengan mis libros dentro y fuera de España.  Porque inexplicablemente ha ocurrido.



martes, noviembre 06, 2018

El Día: Memorialistas y diaristas

domingo, noviembre 04, 2018

De nuevo invitado al Sáhara el mes que viene


Estoy invitado a otro encuentro internacional en el Sáhara, esta vez en el desierto: en Smara. Incluso puede ser strictu senso. Van dos en el mismo año. Es sobre literatura árabe -hispano americana y van profesores, periodistas y escritores de Hispanoamérica y árabes. Mi ponencia puede versar sobre lo planteado en mi libro de viajes  que se presentará al final de las jornadas, en el que cito algunos escritores marroquíes  y planteó otras cuestiones alrededor del viaje. Ya ni refuto la sarta de mentiras de los polisarios y amigos españoles, de suerte tan similar ignara y embustera toda esa subcultura  izquierdista, populista, y separatista. Me interesa un millón de veces más la cultura musulmana y magrebí, que tan poca cosa polisaria.
Mi amiga colombiana co-organizadora me dice que tendré que estar en Marruecos  el 11 ó 12 de diciembre. Termina el coloquio el 17. Si me voy con ellos a Casablanca, pregunta, pues sí, le contestaré y de ahí iré a Andalucía.  Tengo que mandar pasaporte y aeropuertos, aunque parece que ya me han diseñado el viaje.  Lo de la ponencia me ha dejado traspuesto. Sin embargo me ha salido un primer  párrafo muy decente. Tanto leer, que al final se nota. Lo malo de las ponencias es que luego se publican y ahí quedan. Como dice mi prologuista, gran profesor y experto en el Magreb, yo ni soy historiador ni pretendo serlo. A mí me interesan los discursos, quienes los escriben, cuando y que dicen, y ese  ha sido mi empeño. Es lo que se hacer, cual aspirante a moralista, ojo, en el sentido  de los S XVII o XVIII,  la filosofía moral y teoría política.
Además el encierro de varios días acabará con un  “conversatorio” (colombianismo/peruanismo)  con Bachir Edkhil (él y yo) y la presentación de mi último libro que es de viajes y pensamiento o reflexión.  En enero presentaré el libro en Las Palmas y en ningún sitio en Tenerife, que el libro siga su curso, que de hecho siguen.

jueves, noviembre 01, 2018

De mi infamia heteropatriarcal a formar comuna y panda



Cuando abandonamos- seguíamos en Washington- la heteropatriacalidad vesánica y testoseronasíaca, como se referirían a ella las serenas y sabias feministas del populismo, el izquierdismo, el progreso y  la psique en búsqueda del "sí misma fuerte y poderdante" y el "sé tú misma bastante más de lo que ya crees que eres, si es que eres",
nos pasamos a la COMUNA
Aquí un núcleo parental de cariz matrimonial en principio tolerado, mientras no haya denuncia por medio, de ella a él ¡cómo si no!,  en el que el patriarcado patricio y matriarcado y sus dominios domésticos y educacionales fuertemente antropológicos,  quedan  solo aparentemente abrazados en términos de ¡ojo! micromachismos  subsistentes y acechantes como el pecado y la psicosis, en cada momento de estas imágenes washingtonianas o cualesquiera otras. Vigilancia extrema y denuncia inmediata.
Otro momento extraño, queda suspendida la familia heteropatriarcal tribal y paleolítica pero también la comuna  y el falso y alienado paréntesis  matrimonial  formado por la falsa ecuación varón vulgar/mujer idiosincrática,  para transformamos en PANDA
El cromatismo  creativo, gozoso, apenas la noche se cierne en el Wharf washingtoniano