lunes, agosto 15, 2016

El diario de un escritor comprometido 9 berza, garbanzos morcilla

NUESTRO PARRA

Para preparar un plato de berza (col), garbanzos y morcilla, preciso ayuda solo para acuchillar la  col. Me parece una tarea técnica y violenta. Salvado ese escollo, se trata de hervir, la garbancera es de frasco, pero ha de hervirse  igual, pero separadamente. Una vez hervidas las sacas con una espumadora y lo pones en el plato. A simultáneo fríes ajo  para rociar por el plato, como confetis de oro y café.
La morcilla que ha de ser de Burgos y de arroz,  también de Merca, la corto y la pongo en una sartén sin gota de aceite, la grasa de la morcilla se encarga de freírla. La  morcilla, a pesar de que no me gusta usar muchos platos porque después hay que  fregarlos, la pongo en otro plato. O voy comiendo de los dos platos, o dejo para el final la morcilla. Lo normal es comerlo todo en el mismo plato, combinando los tres ingredientes. Este es otro plato baskisch.
Mis pautas de cocina como ya hemos advertido son todas de ama de casa sin descendencia. Jamás he cocinado nada para nadie (salvo XY) ni lo haré  en mi vida, ni nada que propenda o insinúe  la exquisitez. O la mera experimentación, que solo  hice  hace muchos años con el arroz. A lo pobre (hervía zanahoria, ponía  perejil… tonterías)  y sin resultados.
Ayer retornamos  triunfales al Parra tras un encuentro muy desagradable. Al llegar me recibe Rafa el dueño, muy contento.
-Rafa, ¿cuanto tiempo que no vengo?- un  clásico
- a ver….año y pico- contesta
-¡si señor!


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