miércoles, noviembre 25, 2015

El lunes me salió un día redondo


El lunes me salió un día redondo, en los juzgados fue como hace años, cadena de contactos muy divertidos y encima resultados y gratificación. Luego hice Termini con mi hermano, hicimos algunos análisis, me contó cosas también resplandecientes y me dijo "o es que o caigo muy bien o no me pueden ni ver". "Lo mismo me ocurre a mí, y a que no nos importa". "No, no en absoluto".
La foto de arriba, siempre nos sacamos una para la Capital, es de la noche del lunes. Fer me volvió a contar historias verdaderamente deslumbrantes, no resplandecientes como las de mi hermano, que ya conocía pero no en todos sus detalles, o los tenía olvidados. Con tanta foto este blog tiene su punto sincrético y parece Facebook con instagram, pero sin idioteces.
Ayer se asomó para quedarse la rutina. Durante las últimas semanas he tenido una experiencia novedosa, que es por lo que me denomino Wikileaker, que viene a ser la infiltración en un guasap, por medio de correos, que nada tiene que ver con el medio ni el mensaje. De entrada son muy largos y dan cuenta de hechos inéditos en ese medio. Escribí casi las memorias familiares. Fue como la entrada de un elefante en una cacharrería, si no más.
Descubrí la facilidad con que me salían las narraciones y que el saber que es privado te permite no someterte a otras constricciones que en otro caso se hubieran dado. Soy de los que creen que cuanto más saques tu vida, menos te importa que se sepa, y que con ello estás significando una desenvoltura y libertad real que no se suele tener. Siempre he sabido, que por supuesto es mucho lo que guardas, en otro caso serías un enfermo mental. El wikileaks era una cuestión de grado. En parte me ha sorprendido por la facilidad y el caudal que salía, presentías además que podía haber sido casi eterno. Lo que yo contaba de mi familia carece de todo relieve se coja por donde se coja, pero en el hecho de narrarlo estaba la verdadera creación de ella, con tramas, estructuras, conexiones y puntos de vista muy superiores a la realidad. El otro día me di cuenta que he escrito dos libros de diarios, y que estas memorias-chiste venían a ser lo mismo, por supuesto despojado de cualquier conato de solemnidad y seriedad. Las memorias es lo más pedante que puede hacerse en la vida, salvo que seas Fer o alguien así. Pueden estar bien si sacas lo más anodino, absurdo, grotesco y majadero de ti. Lo que interesa es el personaje en su histrionismo, que es cuando uno realmente está filosofando y ha alcanzado por fin un "estado de filosofía".
Mi libro sobre el laboralismo y sindicalismo lo termino antes de que acabe el año, lo tengo prácticamente escrito. Hoy me he permitido el placer de suprimir párrafos enteros, osea que va todo bien. Lo que fue motivado, como los dos anteriores, por una peripecia personal, ha ido cediendo ese aspecto testimonial en favor del análisis y el ensayo. A veces me sorprendía por cómo pensaba sobre lo que nunca antes nadie había pensado y era susceptible de hacerse. Intelectualmente ese es un desierto absoluto. Va a ser el gran libro sobre el sindicalismo y el laboralismo, no solo de España sino de todo el orbe latino, en Argentina parece que hay tantos laboralistas como sicoanalistas.
Quién me iba decir, nadie ha aprovechado su paso por esos mundos de dios para sacarles tanto partido como yo, aunque  reconozco que se me ha ayudado mucho, aunque no precisamente con ese fin. Aquí se cumple literal lo de Bio-bliográfico. Lo más irrazonable: que me siento abogado laboralista: de la única forma que podía conseguirlo.





1 comentario:

José María Lizundia Zamalloa dijo...

Eguiar Lizundia ‏@Eguiar · 10 hhace 10 horas
Ya van dos personas que me felicitan por mi "perfecto español" en Perú. O se me ha puesto cara de gringo o mi acento se pasa de neutro.

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