miércoles, agosto 06, 2014

El libro transiberiano de Ehrenburg

 
Las últimas tres o cuatro vacaciones me las pasé volcado en lecturas y escrituras del Sáhara y la literatura canaria; era tener  la  ración de pienso diario, o  la cena en un restaurante italiano con la cámara de fotos colgando del respaldo de la silla. Cuando llegue el juicio final, siempre podré argüir esos  dos motivos en mi activo,  como pre-indulgencias que Julienne no reconocería.
A falta de causas, estoy feliz de poder leer a diario. Me he leído el último de César Antonio  Molina, poeta e intelectual que admiro a pesar de que fuera Ministro de Cultura con  aquel estadista astronómico/astrológico que fuera Zapatero. No lo entendí. Me pareció que acabó harto, lo que en su libro se llega a columbrar. El libro va de mucha erudición histórica al  comienzo  a un compromiso con su época, su tiempo, su generación, que va ganado altura. Un libro muy recomendable. 
A César Antonio Molina que escribe en ABC Cultural siempre le  leo sus artículos, su firma me basta. Como siempre   los cuadra, hace que le salgan redondos. Como un mandala, de los que nos podía ilustrar, con  toda su policromía (un poco decorativa  ¿no?), Rosana.
Todo lo que a  Molina le interesa y con lo que comulga, quitando la erudición literaria e histórica que exhibe en la primera parte, son también mis cuestiones: la Shoa, la falta de compromiso de los franceses con la resistencia a los alemanes, los intelectuales rusos,  el carácter totalitario y opresor de la URSS, aquella mujeres judías como Anna Frank, Edith Stein,  Simone Weil  y su entereza y esperanza ante el fin del mundo nazi, Milozs y los intelectuales  tras  telón de Acero… La defensa de Vargas Llosa ante el progresismo  megáfono-analfabeto…
¿Qué podría tener yo con un exminsitro de ZP  (mi enemigo de clase), y además  tanta la empatía?
En mi último libro,  escrito en el lapso de dos meses  y que ha gustado mucho a algunos amigos, descubrí un nombre feliz bajo el que inscribirme, y era el pertenecer a la cultura de izquierda (donde obviamente está  Molina), que es completamente independiente de la política de izquierda hispana, sus balidos, percusiones , zancudos,  su pensamiento pancarta, necedad e ignorancia tan audaces, o de votarlos, Dios me libre.
El  libro transiberiano
Sigo con las memorias del escritor  soviético Ilia Ehrenburg, me estoy acercando a las mil páginas, y me queda la mitad. Es un recorrido exhaustivo por la Europa del SXX: política, ideología y literatura. Fascinante. Ehrenburg, como Bujarin, tuvro relacón con Anna Ajmatova, Marina Tsetaieva, Osip Mandelstam. Su mujer, Nadiezhda no para de citarlo en su libro de memorias.  Es el único caso de un intelectual que, aunque muy soviético,  era bastante crítico (sin dejar de ser  sacerdote de la Nueva Fe) que trató con todos y sobrevivió a todos, sobre todo a Stalin.
Es increíblemente dogmático, fueron asesinados muchos amigos suyos, que  mueren como por naturaleza o contingencia psicológica lamentable si se suicidaron. A raíz de que André Gide condenara  el  comunismo, dedica 10 páginas a demostrar su equivocación (el dogma es siempre verdad pontificia): homosexualidad, soledad, amargura…

 

 

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