viernes, julio 04, 2014

Vuelvo a la prensa, parece

Un amigo en una gira por la prensa local, habló de mí en el principal medio, dijo mi nombre y primer apellido y una alta instancia añadió mi segundo. Le habló de una restructuración, de  colaboradores,  del número de palabras… En fin, pronto lo comprobaremos. Hace años desde dentro me llegó la noticia que no caía muy bien.
Anteayer me recordaron las veces que he dicho que no tenía la mínima intención  de escribir en prensa, me ofrecen la oportunidad  y la aprovecho. Al menos yo no he hecho nada para volver, como parece.
Pensé si tendría algo que decir, que aportar, ganas…  en mi época de articulista solo escribía sobre unos cinco  asuntos, y las dos veces que no lo hice, no resultó.
Siguen sin aparecer mis gafas, aunque  están por la zona. Durante el día veo mejor pero por la noche, ya iba en el límite, creo que veo peor. Hay otra circunstancia adversa, no se baja la ventana del conductor, entonces abro la de al lado y la de atrás. ¿y el tiket de los parkings? Al principio abría la puerta y medio salía, ahora lo hago sacando el brazo por la ventanilla de atrás, que es mucho más cómodo y relajado, es  como estirarse.
Lo malo de estas cosas es que me acostumbre a no usar gafas ni ventanilla abierta del conductor. Anteayer me regalaron -tenemos amigos en el complejo- dos libros. Alfabetos Ensayos de literatura de Claudio Magris y  Un Combate y otros relatos de Patrick Süskind.  Anteayer también me cantaron las canciones completas de trozos que yo recordaba  en alemán de cuando niño. No me las había inventado, existen.
Libros que me han fastidiado la continuidad de Yliá Ehrenburg. Hace unos años escribí en una revista a cuenta de las memorias, algo que entonces reflexioné. Sostenía que el autor de Memorias es alguien que ha presentido, porque lo ha deseado ardientemente, ser alguien  relevante en la vida, y entonces comienza a registrar  todo lo que le sucede, quienes son los bisabuelos, algún antepasado de lustre  y va anotando toda su vida. Como para que todo lo que está escribiendo tenga justificación y fin, ha de ser alguien lo suficientemente importante para que pueda dar cuenta de toda su vida. Esta compelido a triunfar, y como escriben suelen ser escritores. Finalmente triunfan y escribe las memorias que había estado preparando a lo largo de su vida.
Un caso claro, Ehrenburg, él no tiene mucho interés, pero como vivió con tanta intensidad y en tantos lugares, conocía a tanta gente importante,  a pesar que esté todo el rato autocitándose, pues es muy interesante el libro. Cuanto más cuadernos y diarios o notas escribieron más persuadidos  estaban de que habían de ser grandes

No hay comentarios: