viernes, diciembre 11, 2009

Artículo publicado hoy en Diario de Avisos

Cataluña y el modelo boliviano
http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/298966/

Al menos yo no puedo entrar desde el blog en la dirección de arriba, pero si se corta y pega a google se entra.

miércoles, noviembre 04, 2009

Artículo publicado hoy en Diario de Avisos


viernes, octubre 16, 2009

Defensa de los judíos en el franquismo

Con la inhumana banalidad que le caracteriza, Rodríguez Zapatero ha manifestado en su reciente visita a Israel que en España no existe el antisemitismo y que eso también fue obra de Franco, que incluso él cuando niño oía aquello de la "conspiración judeo masónica". Zapatero siempre tan insolentemente profundo en sus tesis.
Sin embargo la Antidefamation league entregó a Moratinos esta semana en Nueva York un informe en el que se considera a España como una de las naciones con mayor auge del antisemitismo en Europa. Solo en este país se sacan en los principales diarios, El País y El Mundo, viñetas sobre los judíos exactamente iguales a a las que se podían ver en la prensa alemana en la década de los 30. En ningún otro país de Europa se ha tildado a los judíos de genocidas banalizando la Shoah haste el escarnio ¡SEIS MILLONES!como en España.
A continuación unos datos históricos sobre el franquismo, que tan bien conocen quienes con tanta pasividad y aquiescencia lo dejaron estar, a los que puede representar a la perfección personalidades como la de Zapatero.

Eduardo Propper de Callejón. Casado con una austriaca de origen judío. Primer secretario de la embajada de España en Paris (1939). Gracias a su gestión consiguió organizar una red de edificios francos bajo bandera española que salvarían a gran número de judíos. Siendo cónsul de Burdeos dio un sinnúmero de visados y salvoconductos para cruzar la frontera a España y evitar así ser apresados por los nazis. El faccioso y vil Ramón Serrano Suñer —antisemita y pro-árabe convencido— lo quitó del cargo. Propper murió en 1972 sin recuperar su puesto y sin ser recordado.
Bernardo Rolland de Miota. Cónsul general en Paris (1939) enfrentado al embajador español pro-nazi y anti-judío José Felix de Lequerica. Gracias a sus gestiones salvó a 14 judíos sefardíes y consiguió evacuar a decenas de ellos al Marruecos español.
Sebastián de Romero Radigales. Cónsul general de España en Atenas (1943). Se enfrentó al Cónsul alemán que pedía su defenestración. Gracias a sus gestiones, nacionalizó a judíos sefardíes aplicando la legislación española de 1924 y salvó unas 500 personas.
José de Rojas y Moreno. Diplomático español llegado a Bucarest en 1941. Famoso por su iniciativa de colocar en casa de las familias judías sefardíes un letrero que avisaba a los nazis de que «aquí vive un español». Evacuó algunos judíos a España y consiguió salvar su patrimonio.
Julio Palencia. Destinado en Bulgaria en 1940. Se enfrentó a la deportación de judíos sefardíes para su exterminio y se enfrentó a las autoridades filonazis de Bulgaria. Llegó a adoptar a niños judíos sefardíes para evitar su deportación. Tuvo el honor de ser declarado «persona non grata» por las autoridades nazis de Bulgaria teniendo que regresar a Madrid.
Miguel Ángel Muguiro. Responsable de negocios de la embajada de España en Budapest (1944). Denunció las leyes racistas de los nazis y llegó a denunciar el proyecto de aniquilar a los judíos de Hungría. El Gobierno húngaro lo acusó de perturbar las relaciones con Madrid y Madrid lo cesó.
Angel Sanz Briz y Jorge Perlasca. Diplomáticos en Hungría —Ángel Sanz Briz sustituyó a Muguiro tras su cese— consiguiendo salvar a miles de judíos del exterminio. Aunque oficialmente sólo podía conceder la nacionalidad española a 200 judíos, Ángel Sanz Briz y Jorge Perlasca manipularon la numeración de los pasaportes y saltándose sabiamente las leyes consiguieron salvar a 5.200 judíos.
Los datos de esas personas los hemos sacado del Blog de Santiago González.
Se sabe que miles de judíos consiguieron llegar a Portugal camino de América a través de España. Una de esas personas fue Hannah Arendt. Otros se dirigieron a África.
Dos días después de la muerte de Franco ante el arca de la sinagoga de Nueva York el rabino rezó una oración por Franco. ¿El motivo? Los entre 30.000 y 60.000 judíos a los que el régimen franquista salvó la vida. Barajan esas cifras el historiador judío Isaac Molho, el rabino de Brooklyn Chaim Lipschistz y otros especialistas... ¡JUDÍOS!
¡Zapatero, qué grande sos! Todo palabrería huera, retórica vacua, ignorancia, insolvencia, gratuidad, buenismo, falta de compromiso...

miércoles, septiembre 23, 2009

Artículo publicado hoy en DIARIO DE AVISOS

LA EXCUSA DE LA LEGITIMIDAD
http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/287614/

jueves, julio 30, 2009

Artículo publicado hoy por Eguiar Lizundia en D. A.

ACERCA DE LA CATALANOFOBIA en Diario de Avisos, de Eguiar Lizundia (politólogo)

http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/280749/

martes, mayo 12, 2009

Artículo publicado hoy en Diario de Avisos

Euskadi con la ley

http://www.diariodeavisos.com/diariodeavisos/content/268964


Quién no pueda conectar y quiera leerlo, entrar en Diario de Avisos y después en opinón. Dedicado a ROSANA por su cumpleaños.

lunes, mayo 04, 2009

Fotografías de la Ceremonia acústica de las letras

Rafa Saavedra, y Juan Royo, José Antonio Manzano, José María Lizundia y Manolo Suárez, quienes inventaron Togas & Letras
Reifus
Juan Royo, Manolo Suárez, Manzano, Lizundia y Enrique Jiménez, editor de Idea



Juan Royo Iranzo, Manolo Suárez, Lizundia y Víctor Hernández Roncero






El distinguidísimo público aplaudiendo a rabiar












Pocos veces antes, si acaso, tanto ambiente cool. A la derecha de espaldas, El Top



Laureano de Lorenzo tiene tras de sí una biografía itinerante y densa. Este libro es altamente recomendable; más aún, es indispensable como fuente de consulta, aunque pueda leerse de un tirón.
Profusamente ilustrado nos desvela con mucha erudición el origen, propiedades y curiosidades de todas las bebidas, así de exhaustivo es.

Las fotografías de arriba son todas de él, menos una en la que sale, que ha tenido que ser de otro que no hemos identificado.
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Su web http://cocteleemos.byethost6.com/
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El texto sobre el evento, más abajo, en Presentazao






miércoles, abril 15, 2009

Eduardo Madina, a otra órbita superior

Eduardo Madina perdió una pierna en un atentado de ETA. Ocupaba un cargo en las desoladas juventudes socialistas vascas. Le tocó a él. Muy probablemente hubiera sido durante un tiempo un cargo menor en la burocracia del partido. El atentado como a todas las víctimas también le cambió la vida y además, aunque amputado, había sobrevivido. No empezó para Madina una vida amarga, difícil, de olvidos, soledad, pesimismo y reflexión desalentada. Tampoco merecía que fuera así.



Madina, el representante del pueblo y financiado por el pueblo, descolló pronto: era capaz de interpretar a la perfección los cambios de rumbo de la política de Zapatero y su equipo. Para ejemplo de todos, abanderaba la reconciliación con sus verdugos. Todas las miserias humanas y el dolor profundo, Madina podía superarlas. No era un vendedor de oro encartelado en la Puerta del Sol, era un vendedor de moral y buenos sentimientos, de superación y a la vez de tactismo político. Fundía política de partido (de reunión de comité) y ejemplo. El segundo de las juventudes vacías se vio catapultado a Bruselas de asesor de asesores y técnicos. Allí ensanchó currículo. Las palabras nerviosas y a borbotones confiadas en el guión previo y la instructa, la escasa sintaxis en sus ideas, su emotividad impostada, la argumentación penosa, la afectación de moral política muy superior y sus palabras con entonación a inscripción en mármol, incluso su lacrimosidad tan humilde y visible se mantuvieron. No era un caso raro, era la nueva raza de Pajin, Chacón, Aído, Trinidad Jimenez, José Blanco... del nuevo senado socialista con Zapatero de comandante en jefe. No eran Solana, Eguiagray, Almunia, Aranzadi, Solchaga, Leguina...no eran asimilables, eran la nueva raza.
Tanto perdón, ejemplo, olvido, tanta representación de conductas morales elevadas, no sirvieron para desvirtuar su naturaleza humana con esas características no deseables como son el resentimiento y la agresividad, ni tampoco la sublimación. El natural odio (no político por supuesto) lo desplazó contra el entonces ministro Acebes,  en una joya de la literatura política más babosa. Que aunque intentó borrar aún circula por ahí.  También es un gran aldabonazo de la manipulación sentimental que esa generación socialdemócrata ha ejecutado con inmenso narcisismo como baza política

Hoy El País nos deleita con que Madina el político no se considera víctima, y con eso nos puede, por ser así de nítida su humildad, su mensaje en positivo, la sinceridad de unos sentimientos coherentes y profundos, claros y auténticos que no conocen de ruindades y debilidades, pero sí de sintesis con la conveniencia política del día a día del partido, de competencioas internas, méritos y mejores posiciones. Madina por eso tiene esa emoción contenida que nos arrebata por su verdad y tal vez por el mucho esfuerzo que ha de hacer para mostrarla. Los móviles tácticos y los méritos ante le sanedrín político han colonizado todo su mundo personal. Así que ahora posa como Robert Mitchum y Marlon Brando. Vive en la imagen, la imagen ético política labrada como el estereotipo más mediático y la imagen de nueva estrella, que es como le trata Zapatero, siempre tras los más aptos y con verdadera personalidad.

Madina es humilde, coherente, desinteresado y capaz de ofrecernos todo su ejemplo moral, su coraje y pedagogía, capaz de expurgar de su corazón cualquier sentimiento no rentable ni encauzado políticamente al sondeo y al voto. El no conoce de sentimientos y emociones turbias y él es solo un ciudadano. Cuánta sinceridad. Un ciudadano que está haciendo toda su carrera política a costa de lo que él dice negar: su condición de víctima. ¿Es que alguien puede imaginar a Madina sin esa condición?
Están persuadidos de que somos idiotas.

jueves, abril 09, 2009

Fotografías del acto Literatura y judaísmo

El Decano del Colegio de Abogados, Víctor Medina Fernández- Aceytuno y José Carlos Cataño


Esther Bentaham, Marcos Ricardo Barnatán, José Carlos Cataño y José María Lizundia










Plácid García Planas, Alejandro Baer, José Carlos Cataño y Horacio Vázquez- Rial







No fuera nadie a creer que éste fue un acto inventado, una vez más, por el judaísmo internacional (que antes que a nuestros progres inefables, sacó de quicio a un viejo simétrico de ellos, el Caudillo, por no citar a todos) y los abogados en particular, en el ejercicio de alguna de sus cualidades inherentes.
Gracias a Laureano de Lorenzo http://cocteleemos.byethost6.com/ por permitirnos este cruce de sustracciones amistosas y sistemáticas.



viernes, abril 03, 2009

Hoy viernes a las 18 horas COLEGIO DE ABOGADOS

LITERATURA Y JUDAÍSMO

c/Leoncio Rodríguez, nº 7, 1ª planta
Edificio el Cabo
más infomación abajo


Hoy en la prensa
ENCUENTRO
Literatura y judaísmo, en el Colegio de Abogados
3/abr/09 07:57

Edición impresa
EL DÍA, S/C de Tenerife
Analizar la imagen del judío en la España actual, tanto en la literatura como en los medios generadores de opinión, es el objetivo del encuentro "Literatura y judaísmo", que se desarrollará hoy, a partir de las 18:00 horas, en el Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, ubicado en la primera planta del capitalino edificio El Cabo.
Marcos Ricardo Barnatán, Esther Bendahan y José Carlos Cataño intercambiarán opiniones sobra "La imagen del judío en la literatura española contemporánea", moderados por José María Lizundia.
A las 19:15 horas, se proyectará el documental "Morir en Jerusalém", de la directora israelí Hilla Medalia, presentado por el citado José Carlos Cataño.
La jornada se cerrará a las 20:00 horas con la mesa redonda "Judíos e israelíes en los medios de comunicación españoles", que reunirá a Alejandro Baer, Plàcid Garcia-Planas y Horacio Vázquez-Rial.


Edición impresa
DIARIO DE AVISOS 3 de abril de 2009

"Es paradójico que en España, con tan pocos judíos, se les rechace tanto"
El escritor José Carlos Cataño participa hoy en las jornadas ’Literatura y judaísmo’
Cataño nació en La Laguna y actualmente vive en Barcelona. / da


N. TORRES/ SANTA CRUZ
El análisis de la imagen del judío en la España actual, tanto en la literatura como en los medios generadores de opinión, centrará las jornadas culturales que cada año organiza el Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife. A partir de las 18.00 horas tendrá lugar la celebración del acto Literatura y judaísmo, donde intervendrán entre otros el escritor José Carlos Cataño, Esther Bendahan, Ricardo Barnatán, Horacio Vázquez y el periodista Plácid García Planas. Durante el mismo se llevará a cabo la proyección del documental Morir en Jerusalén, de la directora israelí Hilla Medalia. Durante el debate que se establecerá entre los participantes se incidirá, de entrada, una distinción necesaria y no siempre practicada, entre los conceptos de "judío", "sionista" e "israelí" y se incidirá. en hechos ocurridos recientemente en España que han sacado a flote comportamientos que los expertos no dudan en calificar de antisemitas.

José Carlos Cataño (La Laguna, 1954) será uno de los encargados de moderar el debate. Nacido en el seno de una familia católica se convirtió al judaísmo con 21 años, una conversión que le ha llevado a ser un profundo conocedor tanto de la literatura judaísta como de la realidad judía. Preguntado sobre el tratamiento que en España se le da al judaísmo, explica que "es curioso que, en el marco europeo, siendo España uno de los países que tiene menor población judía, es la que mayor índice de sentimiento antijudío presenta". Cree que "es una paradoja que, teniendo una población judía que no llega a las 11.000 personas, haya tanto rechazo". Para el escritor canario habría que "analizar el por qué, a veces, se confunde lo judío con lo israelí". Asegura que en esa confusión se puede dar un factor de índole política, porque "se puede estar en contra del gobierno de Israel o de la existencia misma del Estado de Israel, pero eso sería ser antiisraelí o ser crítico con Israel, pero no todos los judíos comparten los criterios políticos de su Gobierno". Cataño reconoce que, ese rechazo resulta paradójico en una España con una tradición sefardí que se remonta incluso a antes del Siglo de Oro, cuando "existía una literatura escrita por judíos españoles en Sefarad -España en hebreo-, un precedente que es riquísimo en esa tradición poética y filosófica. Una tradición literaria que se continúa de alguna forma a través de los judíos conversos también llamados ’marranos’ en el Siglo de Oro, desde Fray Luis de León hasta Santa Teresa de Jesús, ya que todos ellos tenían cuando menos abuelos judíos".

Tradición
La tradición literaria se vio interrumpida con la expulsión de los judíos, "una de las grandes catástrofes para el judaísmo mundial y para la historia de España en particular, después de la cual hay un olvido y una persecución, hasta que en el siglo XIX y principios del XX, con la pérdida de las colonias se comienza a pensar que existen judíos sefardíes en el norte de Marruecos y ciertas zonas de los Balcanes", asegura el autor.Según Cataño, es entonces, "muchas veces en un afán compensatorio colonial", cuando se intenta dar carta de ciudadanía española a esos judíos sefardíes que por otra parte no habían perdido la lengua antigua. "Es ahí cuando España inicia un cierto intento por recuperar esa historia y que se vio abortado por el golpe de Estado de Franco", dijo. Y de nuevo la paradoja. "Con la restauración democrática se da la situación de que España, a pesar de ese legado histórico y cultural, es una de las últimas en reconocer la existencia del Estado de Israel, un dato muy llamativo", asevera. Desde entonces hablar de literatura judaísta en España no es del todo acertado, "la ciudadanía judía española es minoritaria, mas bien de lo que podríamos hablar en todo caso, es de una literatura israelí por un lado, que se expresa en hebreo y por otro de una literatura diaspórica, que la representan dos de los invitados a estas jornadas, Esther Bendahan, nacida en Marruecos y nacionalizada española o Marcos Ricardo Barantá, judío argentino, autores que viven en España y que escriben una literatura universal pero con ciertos elementos de la diáspora judía".

Teorías negacionistas
Para José Carlos Cataño, los defensores de las conocidas como teorías negacionistas sobre el holocausto, "simplifican la realidad". "Yo estoy en contra de prohibir nada, allá cada cual con su interpretación de la historia. Hay una amplia documentación sobre la existencia de los campos de concentración y las cámaras de gas, el que quiera negarlo o afirmarlo primero tiene que documentarse. Evidentemente me parece repulsivo, pero no penalizaría eso".



jueves, abril 02, 2009

Artículo en Diario de Avisos: Literatura y judaísmo


Opinión
José María Lizundia Zamalloa
Literatura y judaísmo

A comienzos de 1970 el euskera batua o euskera unificado ya había sido adoptado por la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia), poniendo de esa manera coto a la dispersión dialectal del euskera, que fue ilustrada por el príncipe Luis Bonaparte en su célebre mapa lingüístico, que fijaba hasta seis dialectos. El euskera batua se sustentó en los dialectos labortano (vasco-francés) y guipuzcoano por una razón de peso: en esos dialectos existía la mejor tradición literaria que serviría al nuevo canon, aunque fuera literatura religiosa como la de Bernat Dechapare y Johannes Leizarraga, traductor al euskera de la biblia hugonote.
En los 70, los jóvenes filólogos vascos, la mayoría de Hispánicas, pero euskaldunberris (que habían aprendido el vascuence por su cuenta), tenían como paradigma de enseñanza de lenguas, a efectos de invertir la diglosia (la preeminencia social de una lengua sobre otra) favorable al castellano, al Estado de Israel, cuyos métodos de aprendizaje del hebreo se trasplantaban al País Vasco. El Estado de Israel, que había desechado los tradicionales métodos de enseñanza de idiomas, era capaz de proporcionar a las oleadas de emigrantes que recibía, el nivel de habla de un niño de seis años en un periodo de seis meses. La enseñanza del hebreo no se hacía a través del propio idioma de cada alumno, sino por asociaciones de los objetos y acciones con los nuevos términos, sin traducciones previas.
El hebreo hasta la segunda mitad del XIX era una lengua muerta, recluida en la Torá, el Mishná y el Talmud, y bajo la custodia de los rabinos. La resurrección del hebreo va a estar ligado a la fundación del Estado de Israel, pero también al despegue del sionismo, aquella empresa de judíos civiles, con tintes de epopeya, que querían comenzar una vida digna trabajando el campo y con una organización social inspirada en ideas izquierdistas. En el nuevo hogar judío, como figuraba en la Declaración Balfour, la base de unión de los judíos ya no será la Torá, sino el hebreo. Viene a ser esta evolución muy similar al tránsito, obra de la ETA de los años 60, del nacionalismo vasco racial (de sangre) y racista al patrón étnico lingüístico que sustentará finalmente al conjunto del nacionalismo étnico vasco.
El mayor nutriente de la inmigración sionista a Palestina hablará en yiddish, ya que es el idioma de la mayoría de los ostjuden (judíos orientales) de la rama askenazi, como el ladino lo es de la rama sefardí o el yaquetía del Magreb y enclaves mediterráneos de los descendientes de los expulsados de España en el Siglo XV.
El yiddish llegará a ser el enemigo del hebreo. Se trata de un alemán petrificado en el Siglo XV y desgajado del alemán unificado gracias a la Biblia de Lutero, que tiene muchas incrustaciones de otros idiomas de Europa oriental y del hebreo. Que la vitalidad de un idioma no decrece por los préstamos y aportes de otras lenguas lo demuestra la gran literatura escrita en yiddish, de la que es obligado citar a Menajem Mendel e Isaac Bashevis Singer, galardonado con el Nobel. El yiddish pasa a ser el idioma e la diáspora judía de finales del XIX y principios del XX, que alcanza su auge y plenitud especialmente en Nueva York, donde se editan varios periódicos, mientras que el hebreo prende en Israel.
La recuperación del hebreo como lengua viva y vehículo de comunicación de la sociedad judía de Palestina es mérito de Ben Yehuda, hoy nombre de una de las principales arterias de Tel-Aviv. Es famosa la anécdota del hijo de Ben Yehuda, el primer hablante del hebreo moderno, a quien su padre privó de todo contacto exterior para que no conociera lengua distinta a aquella.
En estas lenguas que han requerido de una suerte de refundación se confía con interés vital en poetas y escritores para el perfeccionamiento lingüístico y su desenvolvimiento más rico, por lo que es muy común oír a Amos Oz decir de alguien que habla muy buen hebreo, como a Jon Juaristi decirlo de otro por su euskera. Donde los académicos de la lengua no llegan, llegan los escritores que afianzan y pulen la pragmática lingüística. Así se forman las tradiciones literarias, y antes de llegar a la tríada de lujo que hoy componen Amos Oz, David Grossman y Abraham B. Yehoshua, es obligado citar al gran poeta Bialik y al también Nobel Agnon como los padres de la patria de la literatura hebrea. Los tres primeros, como no podía ser menos, se reconocen en esa tradición, tradición tan corta como vigorosa.
Si hablamos de judaísmo y literatura, por fuerza hemos de abrirnos a otros idiomas. El judaísmo es el concepto más amplio, que excede a la lengua y al propio hebreo, que es el idioma de Israel (también es oficial el árabe) y al hebreo antiguo, que fue uno de los israelitas bíblicos.
Los judíos, muchos dejando a las claras que lo son, emplean otros idiomas. Ahí tenemos el caso casi obsesivo de Philiph Roth (sus padres y vecinos en Newark, Nueva Jersey, hablaban yiddish), Saul Bellow y Paul Auster, que hoy constituyen las cimas de la literatura norteamericana.
Pero si hay un idioma con el que el judío ha estado durante toda la modernidad comprometido con fuerza es el alemán, al menos desde Mendelshon, y a lo que mucho contribuyó el movimiento ilustrado judío de la Haskalá. El gran crítico literario de la literatura alemana, Reich-Ranicki, él mismo judío de origen polaco, ha considerado como el mejor escritor alemán de todos los tiempos a Henrich Heine, un judío alemán afincado en París. La atracción judía por el alemán excede en mucho este artículo, pero sirva como botón de muestra el caso del inmenso poeta Paul Celan, nacido en Bukovina, en los Cárpatos, y cuyos padres fueron asesinados por los nazis. Celan, que vivió en París, no podía pisar suelo alemán (era superior a sus fuerzas) por lo ocurrido a sus padres y a su pueblo, pero no podía dejar de expresarse en alemán, lengua en la que está escrita su obra.
La literatura europea está trufada de autores judíos italianos, húngaros, rusos o franceses, pero es en la lengua alemana donde el elenco judío brilla con intensidad insuperable: Kafka, Joseph Roth, Schnitzler; Krauss, Zweig, Canetti, Broch, Benjamín, Morgenstern, etcétera.
Hasta aquí no hemos parado de citar a autores o de referirnos a sus nacionalidades, pero sin citar ni a España ni a Canarias. Este largo excurso nos servirá para interrogarnos sobre si es posible hablar actualmente de judaísmo y literatura en español. Evidentemente que se puede, con tal de que nos olvidemos de la idea de Estado español y pensemos en un territorio lingüístico del español. Tánger y Tetuán son plazas fuertes de lo judío español. El escritor José Carlos Cataño es lagunero y suya es la obra De tu boca a los cielos, que trata sobre el mundo y habla de los sefardíes. Existe una literatura en español plenamente transfronteriza, desarraigada, judía a carta cabal y por ello cosmopolita, de trasterrados como Cataño y Esther Bedaham, nacida en Tetuán, de hispanoargentinos como Horacio Vázquez- Rial y Marcos Ricardo Barnatán (autor de una de las mejores biografías de Borges), a los que hay que añadir, ya como expertos en judaísmo, al catedrático de Sociología Alejandro Baer y al corresponsal de La Vanguardia, reportero en todas las guerras, Plácid García- Planas.
Es posible que algún lector esté interesado en conocer en directo la opinión de todos estos expertos. Atentos entonces a la agenda de mañana viernes 3 de abril: Judaísmo y Literatura, en la sede del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife.




lunes, marzo 23, 2009

LITERATURA Y JUDAÍSMO

LITERATURA Y JUDAÍSMO

Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 3 de abril de 2009

Pretendemos analizar en esta Jornada la imagen del judío en la España actual, tanto en la literatura como en los medios generadores de opinión. Ello nos llevará a realizar, de entrada, una distinción necesaria y no siempre practicada, entre los conceptos de “judío”, “sionista” e “israelí”. Será oportuno incidir en hechos ocurridos recientemente en España que han sacado a flote comportamientos que no dudaríamos de calificar de antisemitas.

18h : La imagen del judío en la literatura española contemporánea

Diálogo entre los escritores
Marcos Ricardo Barnatán, Esther Bendahan y José Carlos Cataño. Conducido por José María Lizundia.

18:45h : receso

19:15h : Morir en Jerusalén

Proyección del documental de la directora israelí Hilla Medalia. Presentado por José Carlos Cataño

20:00h : Judíos e israelíes en los medios de comunicación españoles

Mesa redonda
con la intervención de Alejandro Baer, Plàcid Garcia-Planas y Horacio Vázquez-Rial. Modera: José Carlos Cataño



ALEJANDRO BAER
Alejandro Baer (1970) es doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, con formación en Comunicación y Antropología Social en las Universidades de Leipzig (Alemania) y de California en San Diego (EEUU). Actualmente ejerce su labor docente en el Departamento de Sociología IV (Métodos de Investigación y Teoría de la Comunicación) de la Universidad Complutense de Madrid. Sus investigaciones se centran en los campos de la metodología de investigación, la sociología de la comunicación y de la cultura. Es coautor de los libros Medios de comunicación, consumo informativo y actitudes políticas en España (2000), El estigma imborrable: reflexiones sobre el nuevo antisemitismo (2005) y autor de Holocausto: Recuerdo y representación (Losada, 2006) y El testimonio audiovisual: Imagen y memoria del Holocausto (Centro de Investigaciones Sociológicas, 2005)

MARCOS RICARDO BARNATÁN
Marcos Ricardo Barnatán nació en Buenos Aires en 1946. Llegó a España a los dieciocho años. En 1971 publicó su primera novela, El laberinto de Sión, a la que siguieron Gor (1973), Diano (1982), y Con la frente marchita (1989). Sus narraciones completas integran La República de Mónaco (Seix Barral, 2000). Su poesía, que comparte los planteamientos de los novísimos y en la que las referencias a la Cábala y a la cultura judía son una constante, resulta un personal hallazgo donde se entrecruzan la tradición castellana y las literaturas europeas en sus tendencias más cosmopolitas. Su obra poética se haya reunida en El oráculo invocado (1984), El techo del templo (1999) y Consulado general (2000). Entre sus ensayos destacan La Kábala (1974) y Borges, biografía total (1996).

ESTHER BENDAHAN
Nacida en Tetuán (Marruecos) en el seno de una familia judeoespañola, estudió Psicología y Filología francesa en Madrid. En la actualidad es directora del programa de televisión «Shalom» (La2) y Jefe de Programación de la Casa Sefarad-Israel, y escribe regularmente artículos y reportajes en diversas publicaciones. En su obra, Déjalo, ya volveremos, narra su infancia y la desintegración de la comunidad judía de Marruecos. Títulos: Soñar con Hispania (Seix Barral, 2005), Déjalo, ya volveremos, (Seix Barral, 2006), La cara de Marte, Algaida, con Ester Benari, (Ediciones Tantín, 2002), La sombra y el mar, Morales del Coso, 2003, Deshojando alcachofas 2007. Premio Tigre Juan de novela.

HORACIO VÁZQUEZ-RIAL
Buenos Aires, 1947. Escritor, periodista e historiador hispanoargentino. Finalista del Premio Nadal (1986), con la novela Historia del Triste, finalista del Plaza y Janés (1989) con La reina de oros, y ganador de los premios Fernando Quiñones (2003) con La capital del olvido, Generación del 27 (2006) con El cuñado de Nietzsche y otros viajes y La otra orilla, del Grupo Editorial Norma/Belacqva (2006) con El camino del norte. Entre sus novelas figuran Revolución (2002), Las dos muertes de Gardel (2001), Las leyes del pasado (2000), La pérdida de la razón (1999), El maestro de los ángeles (1997), El soldado de porcelana (1997), Frontera sur (1994, filmada por Gerardo Herrero en 1998), La isla inútil (1991), Los últimos tiempos (1991), La reina de oros (1989), Territorios vigilados (1988), La libertad de Italia (1987), Historia del Triste (1987, finalista del Premio Nadal 1986), Oscuras materias de la luz (1986), El viaje español (1985), Segundas personas (1983). Como ensayista ha escrito Perón, tal vez la historia (Alianza Editorial, 2005), Hombres solos (2004), La izquierda reaccionaria (2003), El enigma argentino (descifrado para españoles) (2002), La formación del país de los argentinos (1999), La Guerra Civil española: una historia diferente (1996), Notas acerca de algunas políticas poblacionales de Latinoamérica (1974)

JOSÉ CARLOS CATAÑO
La Laguna, 1954. Ha colaborado en publicaciones internacionales como Fisura (Nueva York), Fractal (México), Letras Libres (México), Noaj (Jerusalén) y Vuelta (México). Traductor de la poesía catalana contemporánea, ha comisariado también exposiciones de artes plásticas. Menos conocida es su faceta como dibujante con exposiciones individuales en Barcelona, Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife. Ha ofrecido conferencias y lecturas poéticas en Siracusa (Sicilia), Jerusalén, Montevideo, Museo de la Casa del Poeta Ramón López Velarde de México D.F., VI Festival Internacional de Poesía de El Salvador, Lyon (Francia) y Internacional Festival of Poetry Smederevo’s Poet Autumn (Serbia). Su obra poética ha sido reunida en El amor lejano (Reverso, Barcelona, 2006 y ha publicado un último libro: Lugares que fueron tu rostro, Editorial Bruguera, Barcelona, 2008. Como narrador ha publicado Madame (Península, Barcelona, 1989) y De tu boca a los cielos (Edicions del Mall, Barcelona, 1985, 2ª edición: Anroart Ediciones, Las Palmas de Gran Canaria, 2007), una de las raras incursiones narrativas de la literatura española en el mundo y el habla de los sefardíes. Ha publicado la primera entrega de sus diarios: Los que cruzan el mar. Diarios, 1974-2004 (Pre-Textos, Valencia, 2004). Sus ensayos han sido reunidos en
Aurora y exilio. Escritos, 1980-2006 (La Caja Literaria, Santa Cruz de Tenerife, 2007).

PLÀCID GARCIA-PLANAS
Plàcid Garcia-Planas i Marcet (Sabadell, 1962) es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Desde 1988, Plàcid Garcia-Planas trabaja como periodista en La Vanguardia. Como redactor de su sección de internacional, cubrió para este diario barcelonés la Primera Guerra del Golfo (1990), todos los conflictos de los Balcanes (1991-1999), la Guerra de Irak (2003) y, casi por casualidad, la última guerra del Líbano (2006). En 2007 publica La revancha del reportero, tras las huellas de siete grandes corresponsales de guerra, un libro de crónicas que NO describe sus propias experiencias y las consabidas batallitas de la tribu periodística, sino que recoge sus impresiones personales y profesionales como enviado especial a varias guerras muertas del pasado. Para ello, Garcia-Planas ha regresado a los escenarios bélicos donde algunos maestros que le precedieron en su rotativo (Gaziel, Francisco Carrasco, José Boada, Carlos Sentís, Sofía Casanova, Enrique Domínguez Rodiño y Tomás Alcoverro) narraron las guerras del Rif, los dos grandes conflictos mundiales, la guerra de Vietnam o la Guerra Civil española.

sábado, marzo 14, 2009

Carta a Agustín Padilla en el Diario de Avisos de hoy


En recuerdo de AGUSTÍN PADILLA, abogado laboralista
En los últimos días, cuando ya todos sabíamos lo mal que se encontraba Agustín, el interés por él permanecía intacto. ¿Cómo está Agustín? era el santo y seña de sus amigos y compañeros. Agustín aún seguía haciéndonos compartir sentimientos. Durante estos años de durísima lucha contra la enfermedad, a la que plantó cara con un coraje y entereza que a veces nos partía el corazón, nunca decreció el seguimiento que se hizo de su enfermedad. Que sus amigos y compañeros (y compañeros aquí no son solo abogados, sino jueces, graduados sociales y funcionarios) hasta última hora siguieran estando preocupados y entristecidos por él, dice mucho de Agustín pero también de las personas que mantuvieron un interés constante durante todo el doloroso proceso. Hay personas que influyen para lo bueno y sacan lo mejor de los demás y una de éstas ha sido Agustín. En valor de la solidaridad que tanto marcó la vida de Agustín dejaba de ser un concepto retórico al uso del que él pasaba a ser ahora su objeto práctico. Tanto sembrar la solidaridad que ahora, como un pequeño homenaje, le era devuelta a él. Carcomido por la enfermedad todavía, hasta hace poco, era capaz de ir todos los días al bar Maquila para disfrutar de sus amigos, en tertulias a cual más divertida y que uno no debía perderse. En julio pasado cuando los estragos de su enfermedad descomponían su cara, aceptó un picoteo que le dieron sus amigos de Justicia, como correspondía a su coraje y naturalidad. Hay conductas que calan, enseñan, casi se hacen modelos y se admiran. Agustín nos dio también eso, una enseñanza: cómo el ser humano es capaz de conservar en los peores momentos la más alta dignidad, el coraje y, si cabe, un humor extraordinario.
Agustín Padilla había sido una figura amable, natural, bondadosa, inteligente, entregada, con un sentido del humor constante, improvisador de chascarrillos e inventor de chistes, asidua de las Magistraturas de Trabajo primero y después de los Juzgados de lo Social.
Desde que acabó la carrera solo quiso ser abogado laboralista, cuyo ejercicio se lo planteó, de la mano de Alfredo Horas, con la máxima profesionalidad. La ideología de izquierda al estar en la opción, no afectaba al rigor profesional pero si tuvo proyección específica en los ambientes de izquierda de La Laguna, en sus hitos y onomásticas: con Los Amigos de la República (del que fue unos de sus animadores), en los Encuentros con la izquierda… Restos de una izquierda conjurada por un pacto generacional. Izquierda desprovista ya de sectarismo y que antepone la amistad y la solidaridad a las ideas. Unas ideas que antes le llevaron al PUCC y al SOC y finalmente a Intersindical Canaria, en los que tuvo una gran participación.
Agustín Padilla, gran profesional del laboralismo, hizo de su despacho pista de despegue de unos cuantos, hoy, reconocidos juristas, como Andrés Doreste, Pepe Vega, Rafa Abreu y por último su propia hija Laura.
No se movió del lugar elegido en su profesión, ni de sus valores ni del compromiso con los mismos. Fue consecuente con ellos de la manera más bonita: incardinándolos en su vida con total naturalidad, sin proclamas no pedidas ni alharacas.
Será imposible rellenar tu ausencia, Agustín, pero seguirás con nosotros: en el velatorio ya remedábamos tus eventuales comentarios y empezábamos a comportarnos como si fuéramos tú. Entre lágrimas que todavía duran.

Recuerdo a Agustín en La Opinión

laopinion.es » Firmas

ZIGURAT
In Memoriam


AGUSTÍN DÍAZ PACHECO Agustín Padilla Fuentes, convencido y digno demócrata, tenaz defensor de los trabajadores

Es un recuerdo de Agustín Díaz Pacheco, que ya me lo anunció ayer. Pretende hacer un artículo entero sobre él. Y el mío sigue sin salir.

lunes, febrero 23, 2009

Fernández Bermejo, fiscal franquista en Tenerife

Me hizo alguna gracia que un franquista de tanta prosapia, criado en la naturalidad de la bondad de la Dictadura, en el agradecimiento de sus favores de los más allegados entre los que se encontraba desde que nació, en la lealtad familiar de un antidisidente biológico, dijera "que como lucharon contra los padres lucharían contra sus hijos".
El fiscal franquista no luchó contra nadie, evidentemente. Muy al contrario él, objetivamente, asumió luchar contra los demócratas y si no los combatió con la mayor fuerza de choque del franquismo: su legislación, comisarías y cárceles, fue porque no le tocó, no por ningún plante. Él como señorito vitalicio con mucho poder pondría firme ya de joven a cualquiera en Avila (los hijos de jefes del Movimiento no harían ascos a la situación o éste desde luego no), como de fiscal de Franco, y como tampoco lo haría en las monterías franquistas seguro, que será requisito del ethos montaraz, aristocrático, chulapón y matahombres. Matan venados para sublimar instintos. Qué personajes tiene el estado.

El fiscal franquista Fernández Bermejo parece que estuvo aplicando con todo su rigor las leyes franquistas en Tenerife. No objetó, le presumimos no solo probidad, también entusiasmo. ¿Llegó a meter en la cárcel por su eficacia profesional a demócratas? Al cazador furtivo imposible que le temblara el pulso, eso era del Caudillo y ellos: pulso firme. A poco que sepamos de ellos aparecen anegados de todos los símbolos, citas, actitudes de matón fascista, gestos franquistas.

Fiscal franquista Fernández Bermejo, yo de forma harto modesta combatí contra tu padre y contra tí a la vez, fiscal franquista. Me recordáis tanto a ellos, a vosotros. Y al zapaterismo simple, vacuo y como ignorante, temerario, qué nexos, que encima ni los pongo yo.

sábado, febrero 07, 2009

Artículo publicado hoy en Diario de Avisos




El pacifismo de parte y los niños


En el Derecho Procesal las manifestaciones de parte son alegaciones de los contendientes que ni son probadas ni son objetivas, pero que no obstante se hacen pasar por válidas. De las grandes manifestaciones contra la guerra que se celebraron en varios puntos de España, no pueden decirse que se hayan celebrado por la paz, ni por los lemas, intención, simbología, falta absoluta y radical de imparcialidad... ni por la hostilidad crónica contra Israel, un país muy mal visto, a pesar de nacer directamente de la voluntad explícita de la Asamblea General de Naciones Unidas. Contra esa legalidad internacional han actuado desde siempre los árabes en su conjunto y ahora Hamás, Irán y Siria. Violaciones de la ley internacional drásticas y continuadas al tratarse de guerras de agresión contra Israel para aniquilarlo. Guerras, amenazas, hostigamiento.
El pacifismo español y europeo, ajenos a toda idea de universalidad, o es antiamericano o es antiisraelí sin ninguna otra posibilidad, cualquiera que sea el lugar donde se cometan genocidios (reales) o violaciones de mujeres, lejos o cerca. Serán siempre asuntos irrelevantes cada uno de ellos. Desde Hitler, la característica de Europa es el total derrumbe de la conciencia humana ante los crímenes más espantosos y la iniquidad. El único impulso es el fóbico. Las movilizaciones pacifistas serían proposiciones válidas si repudiaran todas las guerras, solo entonces se podrá hablar con propiedad de pacifismo.
En 1995 fueron asesinados a machetazos 800.000 tutsis en Ruanda, en la brevedad de un mes de matanzas industriales, sin que los eventuales pacifistas dieran una sola muestra de inquietud. Igual de apáticos y desinteresados se mostraron con Eritrea, Darfur, Chechenia... A qué grado se llegará, que cuando el genocidio de la antigua Yugoslavia, con violaciones masivas de mujeres era prácticamente retransmitido en directo, y casi podían ser escuchados los estertores de agonía y muerte, el pacifismo, sin un solo rictus de desaprobación volvió a permanecer mudo. Si ante esos hechos se respondió con corazón de hielo, la formalización legal de la entrada en un organismo internacional defensivo, la OTAN, sin plan específico alguno de guerra alrededor, en tiempos de paz, hizo trepidar con gran frenesí los impulsos más aguerridos de paz. Todo muy sintomático. Cualquier psicoanalista afirmaría con rotundidad que esas conductas tienen mucho que ver con el delirio -la vida también- y nada con motivos arraigados en el presente de los hechos y la realidad.
Pero volvamos al pacifismo antiisraelí. La Semana Santa de 1974 la pasé en Barcelona alojado en un piso de estudiantes palestinos de Al Fatah, que pasaban todos los veranos por los campamentos de entrenamiento militar que entonces tenía esa organización en el Líbano. Vivía Franco y dudo de que habláramos de algo que no fuera política. Cuando nos despedimos, estoy casi seguro que nos dijimos "Palestina vencerá", no habíamos parado de hablar de la "causa palestina", justamente los dos lemas que abrirían la manifestación contra la guerra celebrada en Madrid el 11 de enero pasado.
La causa palestina, como todas las causas, se inscribe en la esfera de lo sagrado, ya que una causa exige tributos, sacrificios, incluido el derramamiento de "la última gota de sangre". Por la sangre se accede a lo sagrado, como nos enseñó Cristo, pero también George Bataille. No hay causas sin últimos sacrificios, y de eso, ya entonces, hablamos en Barcelona. Los manifestantes contra Israel fueron muy explícitas con sus lemas: soterradas arengas militares. De igual manera, no hay símbolo en el mundo que represente la epopeya, resistencia, defensa incondicional, el "jamás retroceder" y la sangre que la pañoleta o kufiya palestina, con la que hoy se adorna media España.
Difícilmente los palestinos de Gaza, de otros lugares o la gran comunidad mundial antisionista (no diré antisemita para no salirme de la muy veraz disección) puedan interpretar el signo, el mensaje transmitido desde las manifestaciones españolas como rendidas oraciones por la paz. El profesor palestino Edward T. Said dejó escrito en su obra Orientalismo cómo Occidente había imbuido de su imagen sobre Oriente al mundo árabe, de forma que fuera percibido como "lo extraño" y "lo inferior". Se había transmitido los símbolos e imaginario elaborados por occidentales.
Quien mejor encarna esos perjuicios en España y Europa son curiosamente el progresismo y pacifismo antiamericano y antisraelí. Ninguno de ellos es todavía capaz de considerar a palestinos o a los habitantes del Tercer Mundo como sujetos responsables de sus actos y con obligaciones. No hay manera. El abandono de la culpable minoría de edad, al que exhortó Kant, quedó bajo exclusiva titularidad occidental. El resto seguirían siendo niños para siempre. La perduración de esta cosmovisión (o antropovisión) poscolonial y eurocéntrica a más no poder es una realidad pavorosa y, por lo que se ve, inmutable. Se parte de que los palestinos están absolutamente exentos de responsabilidad y en consecuencia no deben dar cuenta de sus actos. A tal punto están exentos que los pacifistas, confirmando a Said, olvidaron por completo dirigirse a Hamás para que pusiera fin al lanzamiento de misiles, con una simple invocación, una petición subordinada, una mero disimulo por la paz. Ni siquiera valieron las fotos de los niños muertos, sabiendo como sabían que si Hamás paraba se terminaba la guerra. Nada, no hubo nada, sólo sacrificio, tributo, sangre, causa (la jaleada).
Pero se sabían más cosas. Se sabía que los topos de Hamás habían creado una Gaza subterránea que llegaba hasta a Egipto. Las milicias de Hamás habían aprendido de Hizbolá a enfrentarse con éxito a los poderosos carros de combate Merkava con minas y explosivos enterrados bajo las vías a las que se atraía previamente a los israelíes para luego, como a Carrero Blanco, hacerles saltar por los aires. De ahí que los tanques judíos en Gaza evitaran avanzar por el centro de las calles y se movieran atravesando y destruyendo las casas adyacentes a las calles para no pasar por ellas.
Hamás, con infinidad de túneles en la frontera con Egipto está conectado a aquel territorio, por los que introduce desde armas a ganado. Ya hemos visto las fotos de las vacas cruzando bajo tierra la frontera egipcia. También conocemos que los intensos bombardeos de la aviación israelí no han podido quebrar la sólida red de túneles transfronterizos.
Hamás, con el dinero iraní, había creado en Gaza una vasta red de asistencia social siguiendo el mutualismo coránico, con escuelas, universidades, centros hospitalarios y demás. Pero esa organización también tuvo sus omisiones y olvidos. Los más acreditados topos del mundo, tan previsores siempre, se olvidaron por completo de sus niños y población civil. Tan afanados estuvieron en crear una ciudad subterránea que olvidaron construir refugios civiles (ni uno solo) que hubieran sido complementarios a sus esfuerzos principales y no les hubiera costado nada. Pudiera incluso ocurrir que no se les olvidó y que prefirieron no hacerlos. Tal vez contaban con el silencio, ocultamiento y manipulación del orbe antisionista. Los niños, antes cristianos y ahora árabes son los que siempre han asesinado los judíos. Actualicemos la gran tradición, esto sí, antisionista.

lunes, febrero 02, 2009

El Nombre del Padre como Arjé de la Creación

Este libro me ha llegado de Argentina. Su autora Silvia Nora Lef es judía y argentina. Tiene una formación académica más que lustrosa. A la Universidad de Buenos Aires le sacó tres licenciaturas: filosofía, psicología y derecho. Es profesora universitaria de filosofía, abogada y mediadora.

Cuando Carl G. Jung rehusó a ser el heredero de Freud y ya había elaborado su propia teoría sobre le psiquismo humano, muy lejana al psicoanálisis, afirmó que esa teoría era un producto eminentemente judío. Según él, el monoteismo hebraíco inscribía en el inconsciente de los judíos y de Freud en particular, los símbolos, figuras y conflictos que explicaba e interpretaba el psicoanálisis. Tipo de dramas familiares y de constitución de la subjetividad que no corresponderían a los cristianos. Jung lo era, y Jung, como Herder, estaba loco por los arquetipos colectivos.

Silvia Nora Lef propone algo, que dando en parte la razón a Jung, confirmaría el vínculo que de alguna manera éste estableció: la relación entre la redención postulada por medio de la palabra, sobre la que el filósofo Martin Buber asienta su ética religiosa judía y la redención por la cura que incumbe al psicoanálisis, también por la palabra. La palabra, el significante de la cadena simbólica también está en el comienzo, en el arjé, tanto cuando Yhavé instauró su pacto con Abraham y los patriarcas, como cuando el padre impone la ley, el límite, y significa la falta, la castración y el orden de lo simbólico.

El libro con inteligente prudencia no formula proposiciones o hipótesis de partida gravosas a las cuales terminar por avalar como tesis, a cualquier precio. La autora, que sabe lo resbaladizo del tema, se limita a enunciar las analogías en significantes, cauces de sentido y significación. En lo que sin duda ha de entrar y entra el príncipe de todo ello, Jacques Lacan, a quién el psicoanálisis en español, pero argentino, le debe todo.
No comparto que en el orden simbólico que desciende de Yahvé y los patriarcas hayan de incorporarse Freud y menos aún Lacan, que ni siquiera era judío. Ni tampoco en líneas paralelas ya que ellos no cumplen ninguna función simbólica en el inconsciente, a lo sumo como padres o aanlistas con sus pacientes.

El libro destila erudición filológica hebrea. Las palabras regresan a su origen hebreo, a sus primeros significantes para de ahí hacer arrancar las cadenas de sigificantes y el sentido. El libro al dar cuenta de las influencias de la Cabala y el Jasidismo en el filósofo Martin Buber, nos introduce en las relaciones entre esos dos misticismos, o misticismo y pietismo.
A mi juicio ambas tradiciones, tamizadas por la ética buberiana del Tú son presentadas en la obra de Silvia Lef de manera muy vívida, como una discípula de un gran maestro que desarrolla las ideas de aquel. Podríamos decir que el libro es un testimonio ético y religioso, ambas cosas, orientado a un fin más discursivo y racional: las propuestas teóricas de su obra. No esconde su judaísmo cabalístico o jasídico que conducen de la mano de Buber a una ética religiosa judía fundada en la relación con el Tú, dialógica, cocreadora, de lo humano con lo divino.

En el fondo Lacan, con la opulenta construcción de su altísima conceptualidad intelectual, acaba conduciendo a sentidos, a rutas, a presuntas indicaciones. En defin itiva, salimos con él de Las Vegas para enseñarnos el desierto y dejarnos. Como Abraham debió abadonar su país. Así también lo deja Lef, muy lacaniana, el sentido, la propuesta.

jueves, enero 22, 2009

Artículo publicado hoy en Diario de Avisos